COMUNIDADES AL MANDO PROYECTO NUESTRAMÉRICA
Cuentos Cortos de largos Caminos. 01
GUAICAIPURO
1560. En la Región de Caracas habitan los Teques y los caracas, dos tribus indígenas que se han unificado y eligen su cacique por voto popular.
Seis meses hace ya que Guaicaipuro fue elegido, y tres días que empezaron a llegarle malos augurios… Por las costas aparecieron gentes extrañas: <>, así el mensaje corre y llega al jefe.
Después de arrasar con lo que encontraron a su paso, los hombres pálidos construyeron casas rodeadas de trincheras y profundos pozos, para resistir posibles ataques de los que aquí viven. El cacique no espera que lleguen a sus dominios, no espera que la mañana tome el color de las nubes ligeras, no quiere que la noche pierda su luna…Levanta su pueblo en armas… Desde muchos rincones llegan los guerreros para concentrarse en el valle de los caracas…varias tribus de la zona se pliegan a la lucha.
El valle es un arco iris de penachos de plumas brillando al sol.
Enseguida atacarán el poblado construido por los recién llegados.
Asaltarán con arrojo las trincheras, pelearán cuerpo a cuerpo sin temor a las armas de fuego, querrán tomar la ciudad… pero el poderío europeo es mayor. No basta la fuerza, ni las flechas, ni los dardos, ni el valor: el enemigo vence.
Guaicaipuro siente la derrota como una deshonra personal y piensa en el suicidio. Un viejo sacerdote de los Teques interviene: <>… las palabras reaniman al cacique y la guerra de guerrillas se desata.
Cuando sale el sol o se oculta, bajo el relámpago o la lluvia silenciosa, con el viento o el silencio de la quietud, en cualquier momento los guerreros atacan a los españoles…Surgen desde las sombras y por las sombras van…Durante siete años escapan al enfrentamiento directo porque suben sus limitaciones. En Antimano no pueden evitarlo. Los cañones destrozan batallones indígenas uno tras otro. Los nativos siguen guerreando. Luego de tres horas, ya cansados algunos desertan. Guacaipuro no tiene otra opción que refugiarse en la montaña.
Los españoles fundan Santiago de león de Caracas y el cacique se transforma en su pesadilla. Varios ejércitos llegan desde España para defenderla del puñado de rebeldes… Un capitán a frente de cientos ochenta soldados es el encargado de ir a buscarlo, si vence tendrá recompensa una alcaldía. El cacique junto a veintitrés hombres se parapetea en uno de sus refugios de la montaña: una casa de madera, que resiste el embate durante varias horas. Ni los indígenas pueden poner en fuga a los soldados, ni estos derrotar a los guerreros…
Recurren al fuego, que a avivado por el viento arde la caña y obliga a los rebeldes a abandonarla. Al salir , el jefe indio grita a sus enemigos:<<…Español cobarde, le falta el valor para redimirme y se vale del fuego para vencernos. Soy Guacaipuro, a quien tanto buscas y quien nunca tuvo miedo a su nación soberbia. Aquí me tienes, muéreme para que con mi muerte se libre del temor que siempre le causé…>>.Y así, lanzando una flecha tras otra, corrió contra ellos. Varios soldados murieron, pero el fue atravesado por una bala. Luego lo remataron.
Su rebeldía se mantiene hasta que deja de ver el cielo y la floresta. Ya agonizante habla a los conquistadores:
<>, luego deja de respirar. Su cabeza fue colocada en un lugar muy frecuentado, para que todos la observaran.
La luna se nubló; el Orinoco, el Apure y el Arauca ensombrecieron su cauce; el viento se aquietó como triste con la vida; no hubo ruidos, hasta los pájaros decidieron callar, todo el paisaje se silenció y las lágrimas caminaron por el valle con su pesar… aletargando las miradas..
Pero la alegría siempre vuelve a nacer y la sonrisa revive… Yaracuy caminará el mismo paso guerreando al invasor…y habrá un Bolívar peleando la independencia…
Tomado del Libro del Kintto Lucas
Rebeliones Indígenas y Negras en América Latina
Entre Viento y fuego
Ediciones Abya Yala
Cuentos Cortos de largos Caminos. 01
GUAICAIPURO
1560. En la Región de Caracas habitan los Teques y los caracas, dos tribus indígenas que se han unificado y eligen su cacique por voto popular.
Seis meses hace ya que Guaicaipuro fue elegido, y tres días que empezaron a llegarle malos augurios… Por las costas aparecieron gentes extrañas: <
Después de arrasar con lo que encontraron a su paso, los hombres pálidos construyeron casas rodeadas de trincheras y profundos pozos, para resistir posibles ataques de los que aquí viven. El cacique no espera que lleguen a sus dominios, no espera que la mañana tome el color de las nubes ligeras, no quiere que la noche pierda su luna…Levanta su pueblo en armas… Desde muchos rincones llegan los guerreros para concentrarse en el valle de los caracas…varias tribus de la zona se pliegan a la lucha.
El valle es un arco iris de penachos de plumas brillando al sol.
Enseguida atacarán el poblado construido por los recién llegados.
Asaltarán con arrojo las trincheras, pelearán cuerpo a cuerpo sin temor a las armas de fuego, querrán tomar la ciudad… pero el poderío europeo es mayor. No basta la fuerza, ni las flechas, ni los dardos, ni el valor: el enemigo vence.
Guaicaipuro siente la derrota como una deshonra personal y piensa en el suicidio. Un viejo sacerdote de los Teques interviene: <
Cuando sale el sol o se oculta, bajo el relámpago o la lluvia silenciosa, con el viento o el silencio de la quietud, en cualquier momento los guerreros atacan a los españoles…Surgen desde las sombras y por las sombras van…Durante siete años escapan al enfrentamiento directo porque suben sus limitaciones. En Antimano no pueden evitarlo. Los cañones destrozan batallones indígenas uno tras otro. Los nativos siguen guerreando. Luego de tres horas, ya cansados algunos desertan. Guacaipuro no tiene otra opción que refugiarse en la montaña.
Los españoles fundan Santiago de león de Caracas y el cacique se transforma en su pesadilla. Varios ejércitos llegan desde España para defenderla del puñado de rebeldes… Un capitán a frente de cientos ochenta soldados es el encargado de ir a buscarlo, si vence tendrá recompensa una alcaldía. El cacique junto a veintitrés hombres se parapetea en uno de sus refugios de la montaña: una casa de madera, que resiste el embate durante varias horas. Ni los indígenas pueden poner en fuga a los soldados, ni estos derrotar a los guerreros…
Recurren al fuego, que a avivado por el viento arde la caña y obliga a los rebeldes a abandonarla. Al salir , el jefe indio grita a sus enemigos:<<…Español cobarde, le falta el valor para redimirme y se vale del fuego para vencernos. Soy Guacaipuro, a quien tanto buscas y quien nunca tuvo miedo a su nación soberbia. Aquí me tienes, muéreme para que con mi muerte se libre del temor que siempre le causé…>>.Y así, lanzando una flecha tras otra, corrió contra ellos. Varios soldados murieron, pero el fue atravesado por una bala. Luego lo remataron.
Su rebeldía se mantiene hasta que deja de ver el cielo y la floresta. Ya agonizante habla a los conquistadores:
<
La luna se nubló; el Orinoco, el Apure y el Arauca ensombrecieron su cauce; el viento se aquietó como triste con la vida; no hubo ruidos, hasta los pájaros decidieron callar, todo el paisaje se silenció y las lágrimas caminaron por el valle con su pesar… aletargando las miradas..
Pero la alegría siempre vuelve a nacer y la sonrisa revive… Yaracuy caminará el mismo paso guerreando al invasor…y habrá un Bolívar peleando la independencia…
Tomado del Libro del Kintto Lucas
Rebeliones Indígenas y Negras en América Latina
Entre Viento y fuego
Ediciones Abya Yala
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